¿Te preocupa la deuda de tu empresa? ¡Reacciona!
Aun hoy, muchas empresas siguen arrastrando los efectos la Gran Recesión de 2008.
El período anterior a este traumático evento fue de un crecimiento sin precedentes, pero también de un fuerte endeudamiento que, ya metidos de lleno en el largo período de crisis, supuso para muchas empresas la asfixia financiera, bien por la retirada abrupta de financiación bancaria, bien por los procesos de refinanciación posteriores, que incrementaron brutalmente los costes financieros y dificultaron la continuidad de muchos negocios, además de suponer la aportación de garantías adicionales por parte de las empresas (avales personales, hipotecas y otras garantías reales…).
Esta situación llevó a la quiebra a muchas empresas, sobre todo pymes, que sufrieron en sus carnes la resaca de los felices años de crecimiento de la burbuja económica.
Aunque muchos negocios siguen vivos, ya ni siquiera cuentan con la respiración asistida de las refinanciaciones, y lo habitual es que se estén llevando a cabo procedimientos judiciales de ejecución. En este caso la proverbial lentitud de la justicia juega a favor del mantenimiento de la actividad empresarial, pero lo único que cabe ya es ganar el máximo tiempo posible con distintas argucias jurídicas, porque llegará el día en que habrá que entregar las llaves de la nave industrial, de la tienda o de la oficina al banco, incluso de la propia vivienda del empresario, porque la ejecución habrá llegado a su fin.
Incluso, cuando parecía que nada podía ir a peor, la propia situación de la banca y las exigencias regulatorias han provocado que las entidades financieras se deshagan de este tipo de “deuda tóxica”, vendiéndola a fondos oportunistas o “fondos buitre”, que compran a precio de derribo el nominal de la deuda para hacer un jugoso negocio intentando cobrar la totalidad de la misma.
Pero no hay que desesperar. Siempre quedarán soluciones negociadas con las que dar continuidad al negocio y, por lo tanto, a la generación de ingresos que permitan seguir viviendo. Y quién sabe, en unos años se podría volver a levantar la empresa a niveles pre-crisis si se cuenta con un modelo de negocio sólido y visión de futuro.
Horizonte360 nació en plena crisis, allá por el año 2011, y nos hemos especializado en este tipo de situaciones difíciles, por lo que hemos visto, sufrido y salvado infinidad de procesos de reestructuración y negociación. Los profesionales que formamos Horizonte360 tenemos muchos años de experiencia en banca, fondos de inversión e incluso en procesos judiciales de reclamación de deudas, por lo que conocemos perfectamente el entorno y los mecanismos que usan entidades financieras y fondos para cobrar, lo que nos permite estar preparados y defender a nuestras empresas clientes con una estrategia sólida frente a la maquinaria que aquellos despliegan.
¿Se encuentra tu empresa en alguna de estas situaciones?¿Te preocupa la deuda de tu empresa? ¡Reacciona! Coge las riendas y actúa, porque aún estás a tiempo de salvar tu negocio.
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