Los techos del emprendedor: la hora del gestor profesional
El emprendedor suele liderar su proyecto desde su nacimiento. Tras superar ciertas situaciones en las que el futuro del negocio puede verse comprometido, si este sigue creciendo, puede llegar el tercer techo que hay que romper, el momento de hacerse a un lado y tener un gestor profesional.
Este hecho puede darse por iniciativa propia o bien impuesto por las circunstancias o por la recomendación de terceros que se hayan unido al proyecto durante el camino. Sea como fuere, la diferencia entre hacer o no hacer nada puede significar el éxito o el fracaso del negocio.
En muchos casos el emprendedor no está cómodo gestionando, su mentalidad es de iniciador, le motiva empezar pero no tanto encargarse de la actividad de la empresa una vez que ésta ya ha cogido cierto vuelo. Es posible que ésto le lleve a dar el paso de apartarse de este cometido, contratar a un gestor profesional y dedicarse a nuevos proyectos.
Otras veces el emprendedor puede no verse a la altura de esa tarea. La gestión de una empresa que ha alcanzado un determinado tamaño no es igual que la de un pequeño proyecto y, en aras de no echarlo todo a perder, puede decidirse a buscar a alguien más capacitado para esa labor.
Pero también puede llegarse a esta situación por la intervención de terceros. La llegada de un inversor que aporte capital y sirve para hacer más fuerte la empresa puede llevar aparejada una recomendación del mismo para que sea otra persona la que lidere el nuevo rumbo.
En cualquiera de estos casos el emprendedor ha de ser consciente de que lo mejor es ceder el testigo. Eso no ha de suponer la salida del emprendedor del proyecto, puede seguir manteniendo su participación en la empresa y colaborando en la toma de decisiones, pero sí debe buscar el lugar apropiado en el que desarrollar sus capacidades.
Fuente: pymesyautonomos.com
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